Lima y las
huacas
El historiador Juan Luis Orrego dice
que Lima es “un rosario de huacas”, puede sonar extraño pero es verdad. Según
el Ministerio de Cultura existen sólo en la capital 366 restos considerados
Patrimonio Nacional. Pero, qué es una
huaca.
Por definición, huaca es el término
quechua que hace referencia a un lugar u objeto sagrado. Se refiere a los ídolos,
templos, tumbas, momias. También a lugares sagrados, animales, aquellos astros de
los que los ayllus o clanes creían descender. Pero en la actualidad se ha tomado
el término huaca para designar a los centros
administrativos o religiosos de los antiguos pobladores prehispánicos.
En Lima por ejemplo existieron diversos poblados que se asentaron en los valles
de los ríos Chillón y Rímac como por ejemplo los Ychma o la cultura Lima y los Ruricanchu. Cabe mencionar también que
aquí se estableció una las
cabezas regionales de la cultura wari, hasta la dominación incaica.
A pesar que existe numerosas huacas, pocas son las que están
bien conservadas y muchas corren el riesgo de desaparecer. Existen muchos
factores que están llevando a estos monumentos al olvido y entre ellas
encontramos la indiferencia y el desconocimiento de algunos pobladores. También está el
crecimiento urbano que sufre lima y el escaso apoyo de las autoridades para
poner una puesta en valor de estas huacas.
En Lima Metropolitana quedan 366
monumentos arqueológicos. De ellos, el 60% está en riesgo de ser invadido y
estropeado por la expansión de la urbe o por mafias de traficantes de terrenos.
Según Luis Cáceres, jefe de la Dirección de Arqueología del Ministerio de
Cultura, son las huacas ubicadas en las zonas periféricas de Lima; como Ate,
Carabayllo y Pachacámac, entre otras son las que están más expuestas.
“La mayoría está en riesgo, pero hace
falta un estudio para precisar el estado en el que se encuentra”, argumenta
.Cáceres asegura que de las huacas
que han sido declaradas Patrimonio Cultural
de la Nación, lo que les otorga un carácter de intangibilidad; solo 44 de
ellas, es decir el 12%, están inscritas ante la Superintendencia Nacional de
Registros Públicos (Sunarp). “Los que invaden se valen de títulos de propiedad,
ya que el 98% de las huacas está a nombre de terceros. Lo que le queda al
ministerio es inscribirlas en registros públicos con una carga cultural para
que se conozca de su intangibilidad”, precisa Cáceres, al recordar que este
trámite requiere un presupuesto importante que el ministerio actualmente no
posee.
A lo largo de los años muchas son las
huacas que desaparecieron. Diría que el proceso comenzó con la conquista
española y sigue en la actualidad. Cuando estos llegaron se encontraron con un
sinnúmero de estas construcciones que para ellos eran extrañas y después de la fundación de la capital el 18 de enero de 1535, Francisco Pizarro
distribuyo los lugares donde se iban a
construir iglesias y casas para sus soldados. Todas se construirían encima de
un monumento antiguo. Es decir la Ciudad de los Reyes se levantó encima de una huaca.
Tenemos el ejemplo de la Catedral de Lima,
al día siguiente que Pizarro funda la ciudad capital de Lima manda hacer una
catedral para la misma y esta se construyó encima del antiguo adoratorio de
Puma Inti. La casa de Pizarro se levantó encima del palacio de Taulichusco, último
curaca de Lima. Estos fueron los primeros registros de una huaca destruida, pero no quedaría ahí. En
Barrios Altos vemos que se construyeron muchas iglesias coloniales y todas
encima de estas construcciones prehispánicas, por eso estos restos en esa región son casi nulos.
Así vemos que este proceso de destrucción empezó y continuó en el siglo XX. En esos años no había
preocupación por preservar estos monumentos y ahora miramos con nostalgia
algunas huacas que en aquella época desaparecieron.
El primero en esta lista es la huaca
Limatambo en Lince, en lo que hoy es el colegio Melitón Carbajal.
Esta huaca una de las más grandes de Lima y que fue destruido en 1941.
Antigua Huaca Limatambo |
También está la huaca el Olivar cuando hasta la década de 1950 no
quedaba casi nada. Estaba muy cerca de
las Huacas Pucllana, Huallamarca y Santa Cruz, destacaba un conjunto
piramidal localizado en el extremo sur de la actual zona de El Olivar, en el distrito limeño de San
Isidro. Por aquel entonces se erguía como un montículo arqueológico
alargado, orientado en sentido de sur a norte, de aproximadamente 80 metros de
longitud, por 30 metros de ancho máximo y 8 metros de alto.
Sin embargo, esta milenaria
edificación no pudo resistir el avance del moderno urbanismo de la zona y en
los años siguientes desapareció completamente. En la actualidad, gracias al
descubrimiento de las descripciones efectuadas sobre este lugar por el escultor
y maquetista Luis Ccosi Salas en 1951, Lyda Casas Salazar y Camilo Dolorier han
desarrollado un interesante trabajo de interpretación, bautizándola como la “Huaca El Olivar”.
La información a la que podemos acceder gracias a este esfuerzo,
parece arrojar valiosos datos para entender parte del misterio que aún existe
sobre las famosas Pirámides con Rampa de la costa central del Pacífico suramericano.
Otro caso es la Huaca Felicia Gómez, lo que hoy es el
hospital Almenara. Si seguimos, podemos mencionar a las siguientes huacas desaparecidas:
La
famosa huaca Universidad o Santa Beatriz en la que hoy es el famoso
hospital Rebagliati, destruido en 1935 y 1955.
Huaca Matalechuza que se ubicaba en la
cuadra 19 de la avenida Salaverry y destruida en 1951.
Huaca Santa Cruz ubicada en la
conocida iglesia Santa María Reina, en el Óvalo Gutiérrez.
En La Victoria, en el cruce de las
avenidas Andahuaylas y 28 de julio, existía una huaca asociada al antiguo
señorío Cocaguasi, perteneciente al Señorío Ichma. Fue destruida en 1902.
En la actual esquina de las avenidas
Petit Thouars y 28 de Julio también había otra huaca asociada al valle de
Huatica. Fue destruida en 1910.
Este fueron sólo unos nombres de las
huacas que quedaron en el olvido, la lista es mucho más larga, pero ahora en pleno
siglo XXI existen restos antiguos que
corren el riesgo de unirse al grupo anterior. El gobierno que brinda poco apoyo,
aun en muchas construcciones que son declaradas patrimonio nacional, no ha
delimitado su área de intangibilidad. Eso permite las futuras invasiones por parte de algunas poblaciones y lugar de
refugio de muchos drogadictos y delincuentes. También el desconocimiento de la
gente que ve en estos lugares como sólo
un montículo de piedras y atentan contra este patrimonio
Vemos que en otros países la población
juega un papel fundamental en la preservación e interpretación de los vestigios
antiguos. El historiador Raúl Asensio habla de participación comunitaria y
consiste en que la misma comunidad forme parte activa en el cuidado y
conservación y en la puesta en valor de las huacas, tarea que solo lo podía
hacer el arqueólogo. En el Perú existe un monopolio entre el arqueólogo y el
estado y dejan excluidos a la población que bien podría contribuir a cambiar el
estado de algunas huacas. Aquí todo tipo de intervención de la comunidad se considera huaqueo. Además la misma
población puede estar presente en la toma de decisiones que se discuten en
torno al monumento, como lo hacen en los Estados Unidos. Pero
aún existe el enfoque patrimonialista que fue iniciado por el padre de
la arqueología julio C Tello.
Las huacas que presentaremos a continuación son las que están en grave peligro de invasión y
desaparición. Ejemplo es la huaca en Cajamarquilla, considerada la segunda cuidad de barro más grande el Perú,
después de Chan Chan. Esta huaca corre el riesgo de ser invadido.
Huaca Cajamarquilla sufre los estragos de la invasión |
Esta
zona arqueológica ubicada en
Lurigancho-Chosica y de una superficie de 150 hectáreas, no hay cerco que
separe el monumento de la población. La inmensidad del lugar es atravesada por
autos sin restricción. Lo peor de todo es que todavía no se ha investigado
completamente o sea está siendo abandonada. Este lugar puede servir como tema
de investigación para los profesionales y una fuente de conocimientos, pero a
muchos no les interesa. Según datos del Ministerio de Cultura el 60% de las
huacas en lima corre el riesgo de ser invadida, cifra alarmante.
Puruchuco se constituye como el mayor yacimiento funerario en Lima |
Otra huaca es Puruchuco que se encuentra
en el distrito de Ate. Estas Ruinas de
es uno de los más sorprendentes sitios arqueológicos de Lima. Fue reconstruido
y en la actualidad es un atractivo arqueológico, fue denominado "El
Palacio". El nombre Puruchuco significa casco emplumado. También corre el
riesgo de ser invadida por los diferentes asentamientos humanos que existen.
En la huaca Melgarejo, que se encuentra en el distrito de La Molina, las personas pintan las paredes de los monumentos y no respetan nuestro patrimonio.
En la huaca Melgarejo, que se encuentra en el distrito de La Molina, las personas pintan las paredes de los monumentos y no respetan nuestro patrimonio.
Algunas personas pintan las paredes de la Huaca Melgarejo |
En san juan de Lurigancho existen
huacas que están en un pésimo estado de conservación. Así tenemos el caso de
Canto Chico, Campoy, así como Mangomarca. Lugares sagrados de los antiguos
pueblos de los Ruricancho. La Huaca Fortaleza de Campoy en San Juan de
Lurigancho pasó del abandono a la invasión, cuando se construyó un edificio con
muros de hasta seis metros de alto y, en lo que debió haber sido una zona de
plaza ceremonial, alguien clavó una urbanización. Además, cortaron el acceso.
Javier Lizarzaburu, creador del concepto Lima Milenaria, explica que existe un
gran desconocimiento de la población y de las autoridades, debido a que estamos
pasando por un momento de crecimiento económico y la gente lo único que quiere
hacer es tomar un espacio para construir una casa o un edificio pensando en
volverse ricos.
Lo que más llaman la atención es que
se encontraron geoglifos en esa huaca que podría ser una antigua forma de
escritura, pero hasta el momento no se ha investigado mucho.
Algunas empresas también ayudan a destruir
a nuestro patrimonio, tenemos el caso de huaca El Paraíso que se ubica en el
distrito de San Martín de Porres, que es quizá la más antigua de Lima, con una
antigüedad que abarca entre (3500-1800 AC). La
Compañía y Promotora Provelanz E.I.R.L. y la inmobiliaria Alisol S.A.C.,
de propiedad de Alicia Romaní Vargas, que tratan de apropiarse del terreno, pese a ser zona intangible y que ya la han inscrito como suyos en los
Registros Públicos, destruyeron una pirámide trunca de la huaca. Este atentado encendió la alarma y el debate
sobre el tema de conservación de estos monumentos. El alcalde Fredy Ternero se quejó
ante el Ministerio de Cultura y se le multo a la empresa constructora. Estos fueron algunos casos de
huacas que están en peligro. Cabe mencionar el famoso templo de Kon que se
encuentra en Carabayllo y que está en condiciones deplorables.
Templo de Kon |
Destrucción de una pirámide trunca de Huaca El Paraíso |
Pero después de todo existen otras que están debidamente conservadas o
recuperadas y estos gracias al apoyo de algunas municipalidades con el estado
peruano. Esto nos da la esperanza de tener una lima de nuevo rehuaquizada.
El primer caso es de la huaca Pucllana
en el distrito de Miraflores. Esta huaca
fue asentamiento de las culturas Ychma, Lima y Wari. En octubre último se encontró
una tumba de la cultura Wari y una momia
perfectamente conservada, lo que demuestra que las investigaciones siguen
y que nuestro pasado no deja de
sorprender. Otro caso es la huaca Mateo Salado
en el distrito de pueblo libre que continúan las investigaciones y se
han recuperados nuevas piezas que fueron
sacadas por el famoso huaqueo. Además el
lugar se ha iluminado.
Huaca Pucllana se puso en valor en el año 1982 y sus descubrimientos no dejan de sorprender |
Reciente descubrimiento de una tumba de origen Wari en Huaca Pucllana |
El caso que más ha gustado es de la
huaca Santa catalina en la Victoria
recientemente recuperada y los trabajos de
conservación y preservación continúan.
Después de años de permanecer en abandono y en
riesgo de destrucción, la huaca La Merced, ubicada en Surquillo, ha sido
recuperada y puesta en valor gracias a un esfuerzo del Municipio distrital y el
Ministerio de Cultura. Esta de Surquillo
ha sido recuperada y puesta en valor gracias al trabajo conjunto del Municipio
distrital y el Ministerio de Cultura.
El complejo arqueológico perteneció a
la cultura Ichma, que se desarrolló en el periodo Intermedio Tardío, y sus
estructuras fueron hechas con canto rodado y bloques de barro o adobes
escalonados formando una pirámide con pasadizos amplios. Durante los trabajos
de recuperación se han encontrado vasijas,
textiles, huesos e instrumentos, conchas de abanicos, y un fardo
funerario en casi perfecto estado.
También está la huaca Huantinamarca,
que hoy cuenta con senderos peatonales, cercos y un sistema de iluminación,
además de paneles gráficos que explican su origen, está ubicada en la primera
cuadra de la calle Brígida Silva de Ochoa, a la espalda de Tottus de la Av. La
Marina, en San Miguel. Recorra el lugar y conozca aspectos importantes de la
vida y el desarrollo de los antiguos habitantes de Lima. La Municipalidad de
Lima informó que la huaca Palomino ya se encuentra completamente recuperada,
por lo que se ha abierto al público junto con una variada oferta de actividades
culturales.
El sitio arqueológico ubicado en la
cuadra 27 de la avenida Venezuela, ha sido restaurado el año pasado tras varios
meses de excavación, investigación y conservación. Posteriormente, se diseñó su
puesta en uso social, que comprende talleres para estudiantes y eventos
culturales. Se estima que la Huaca Palomino empezó a construirse en el año 900
después de Cristo. Su arquitectura pertenece a un grupo cultural conocido como
los Yschmas, quienes abarcaron el territorio entre los valles de los ríos Rímac
y Lurín. Ellos también construyeron la Huaca Mateo Salado y varias ubicadas
dentro del Parque de las Leyendas.
Evidentemente hay muchas más huacas que
están siendo recuperadas, pero lo que quise mostrar es que si se trabaja de manera ordenada se pueden
hacer las cosas bien. Pero lo importante es que las autoridades deben
incentivara la población a cuidar nuestro pasado, porque así se logrará que
respetemos y queramos más el lugar donde
vivimos. Ojalá estos lugares puedan tener un futuro y despertar de ese sueño
que tienen para contarnos algo acerca de
nuestra lima milenaria y de los pobladores que habitaron en ella.